Nuestro nombre Emaús corresponde a una localidad Palestina donde unos desesperados volvieron a encontrar la esperanza. Este nombre evoca en todos, creyentes o no, nuestra común convicción de que sólo el Amor puede unirnos y permitirnos avanzar juntos.

Somos una Comunidad de acogida de personas con problemas de adaptación social, sea a causa de la marginación o porque buscamos una forma de vida más solidaria.

El movimiento Emaús, se estructura por una forma de vida que se puede definir en dos líneas complementarias e inseparables.

- Ante el sufrimiento humano, procura, tanto como puedas, no sólo aliviarlo cuanto mas mejor, sino sobre todo eliminar sus causas.

- Tanto como puedas procura, no tan solo eliminar las causas del mal, sino aliviar, cuanto mas mejor, el sufrimiento que ocasiona

Abbé Pierre es la persona del constante mensaje:

...Amar quiere decir: Amigo o desconocido, estés donde estés, seas quien seas, cuando tú sufres, sufro también yo, y todas mis fuerzas se elevan, para que unidas a las tuyas, protegernos juntos del mal tuyo que ha llegado a ser también mi mal. Entonces mi alegría estará contigo, y tú alegría conmigo, y nuestras alegrías juntas al servicio de la vida de todos.

" Porque vivir es un breve tiempo para, que si tú quieres aprender amar. "

"Únicamente habremos conseguido un éxito rotundo en el esfuerzo de sacar a alguien de su sufrimiento si una vez que ha salido de su sufrimiento se vuelve atento a los sufrimientos que quedan a su alrededor y desea a su vez contagiarse y amar.

Si hemos conseguido sacarlo de su difícil situación para que sólo piense en sí mismo, en aburguesarse, entonces sólo será un "monstruo" más. Será un fracaso ya que no habremos sabido propagar la chispa del amor.

Hará falta que aquel que tenía hambre, que tenía frío, aquel para el cual hemos conseguido que el ciclo infernal del sufrimiento y la exclusión cese, cuando ya no tenga frío, cuando ya no tenga hambre, piense: "¿Y los demás?".

¡He ahí una de las bases de la paz! Acordarse perpetuamente de esta pregunta diez veces, cien veces, mil veces, despertarse y dormirse diciendo: "¿Y los demás?"."

Abbé Pierre